sábado, 17 de septiembre de 2011

Ser Famoso

Ser famoso suena bueno... pero no lo es tanto. La verdad, suele ser más veces malo que bueno. ¿Quieren ejemplos? Yo. Me llamo Nara, soy famosa en Marte. Soy una de las pocas famosas que van a la escuela a aprender idiomas del planeta Tierra. Todos dicen que soy la más hermosa marciana, pero yo me considero totalmente fea... fea en muchos sentidos. Soy petisa, y muchos solían burlarse de mi antes de ser famosa. Estoy totalmente en una contractura, y a veces eso provoca algunos insultos cuando me suenan todos los huesos. También me como las uñas, y a veces los chicos se solían olvidar de mi en el momento de tener novia. En cambio, tengo un pelo largo y lacio, que cuando me hago bucles queda perfecto. Mis labios parecen estar pintados todo el tiempo, y mis ojos... no necesito rimmel para que parezca que mis pestañas son largas. Mis cejas son finitas y me sale poner una ceja arriba y otra para abajo. Los chicos me tomaban más como una amiga, una mejor amiga, la divertida Nara que juega al fútbol y hace skate después de la escuela. Pero, cuando me volví famosa, todo cambió:

Bueno

Tengo muchas fans por todo Marte, y tengo mucha plata. Los chicos siempre me registran y a muchos los tengo enamorados. Tengo muchos amigos, y una mansión para mi solita de cuatro habitaciones, siete baños y un estacionamiento para ocho autos. Las camas son como para cuatro marcianos, y los baños tienen un spa en donde te podés quedar durante horas. El living, tiene un sillón re-cómodo que se puede volver cama y tiene una máquina masajeadora. Los autos son enormes y en cada uno pueden caber diez marcianos, y veinte niños- marcianos. La licencia me la dieron sin dar examen. Tengo ropa hermosa y unos accesorios muy modernos: los más caros de mi país. Tengo un programa de televisión y un canal llamado Mistey Channel, que en su planeta se debe de llamar ¿Disney Channel? No importa, millones de marcianos lo ven.

Malo
Las fans a veces se piensan que tienen poder de mi vida y critican muchas cosas de las que hago. Todavía no sé bien como manejar la plata, y como me compré todo lo lindo de mi ciudad, ya no sé más en qué gastarme los mil millones que me sobran... los chicos, a veces son muy molestos y se acercan a mi porque quieren mi plata o porque buscan fama. La mitad de mis amigos están conmigo porque quieren que les compre cosas. Mi mansión, sí, es bonita, pero a veces siento que estoy muy sola ahí adentro sin nadie acompañándome. De las cuatro habitaciones, sólo uso una porque la marciana que limpia mi casa es vaga y no quiere ordenar todas las camas, sólo una. De los baños, sólo puedo usar dos, porque los demás son con llave y las perdí. El estacionamiento está lleno de arañas marcianas, y como les tengo fobia casi nunca saco los autos. Las camas, sí son para cuatro, pero sólo estoy yo, y la soledad se extiende aún más en esa habitación. El spa de los dos baños que puedo usar... uno se rompió, y el otro se pone demasiado caliente y salgo luego de veinte minutos. En el living me siento bien porque es muy colorido, pero a veces entran gatos marcianos y me manchan el sillón. Cuando me sacan el auto del estacionamiento, y veo todos esos lugares vacíos, caen lágrimas de mis ojos y me siento sola e insegura. Lo malo de tener licencia sin haber dado examen, es que no sabés si estás listo para conducir: choqué dos veces a mitad de cuadra, por suerte nadie salió herido, y ... ¡no me cobraron multa! Eso fue sólo porque soy yo, y se siente muy feo e injusto para los demás. lo de la ropa me encanta, pero algunas chicas muy celosas toman mi ropa, la ensucian y escapan para que nunca las encuentre. Mi programa de televisión me encanta, no tengo nada contra mi programa ni contra mi canal.

Creo, que todo esto demuestra QUE ES DIFÍCIL LA VIDA DE UNA CHICA FAMOSA.

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