Fruta Frutilla,
pequeña y muy sabrosilla,
mágica eres,
como los duendes.
No eres cualquier frutilla,
Conmueves a mi corazón,
con tus canciones de amor.
Brillas, como las estrellas.
Atraes mucho, como aquellas,
aquellas que te cantan con el alma,
con el alma, canciones con drama.
No puedo evitarlo,
te veo, te quiero comer,
pero sé que debo callarlo,
callar mi hambre, aunque deba mis labios morder.
Te estoy masticando,
te estoy saboreando...
te tragué.
Me pregunto por qué.
Tantas ganas me dieron,
aunque te quería seguir viendo,
que no me pude controlar,
quiero romper a llorar.
¿Por qué, frutilla querida,
te fuiste como una estrella fugaz?
¿Qué necesidad tenías
de dejarme en la soledad?
Ya te fuiste,
pero siempre te recordaré,
me dejaste triste,
pero con una cereza te reemplazaré.
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