Mi Hadita

Oh, hadita, eres hermosa,
ojos de estrellas y pelo de rosas.
Dame felicidad,
dame de tu bondad.


Mi hadita pequeña,
ven, ayúdanos.
Vamos, se buena,
este mundo no lo es, arrúllanos.
Necesitamos que nos pares,
que nos calles.
Cállanos,
abrázanos.


Vamos, hada mía,
que escapando, nada ganarás,
créeme, quedarás herida
al ver que sola en este mundo estarás.


No seas como nosotros, los buenos.
No tires la toalla.
Pelea por tus pueblos,
y por mí, que soy tu hermana.
Sé que cuesta,
sí, lo sé.
Pero debes ayudarnos en esta,
cuando estemos bien, te dará placer.


Somos gente,
tenemos maldad.
Somos más inteligentes,
pero no lo sabemos aprovechar.
La aprovechamos para hacer mal,
para la venganza.
Por favor, enséñanos más
más que tenerle miedo a la balanza.
Más que preocuparnos por nuestra belleza,
a ayudar más a los de la pobreza.
Son como nosotros,
son nuestros hermanos,
los tratamos como otros,
como si no fueran humanos.
Pero ojo,
que los animales también son de mi antojo.
Los amo, los necesito,
pero algunos los maltratan, y son caso perdido.


No nos abandones en esta batalla,
¡ya basta! la guerra me cansa.
¡¿Qué es esto?! ¿Ya te marchas?
¿con las alas escondidas y con bufanda de lana?
Esta es la batalla del bien,
no nos dejes, senos fiel.
                                       S. Cami